Saludos primero, ¿Quién en su sano juicio escribe sobre supercampeones en 2025? este tipo, Este anime debe ser uno de los mas conocidos en los países hispanohablantes, ¿Cuánto merito tiene la obra? Considero innegable que parte de su éxito, en la mencionada región al menos, (en Japón tiene una estatua de bronce Oliver, asumo que les gusta) es una cuestión de timing como dice la muchachada.

Estar en esa ola de grandes animes doblados por latinoamericanos, llámese dragon ball, Pokémon, digimon, los caballeros del zodiaco, slam dunk, el que mas le guste, lo acerca culturalmente barbaridades, nadie sano que los haya consumido en su versión doblada, los volvería a ver en japones. Otra razón debe ser el género, el futbol, si Latinoamérica se representase por un deporte, no tengo dudas cual seria.
Sin embargo esta ola de series, para quien se haya sumergido en la industria de los dibujitos chinos, probablemente no sean estas las mejores, incluso tras una repasada, mas de uno cuestionaría la calidad de estas.

Supercampeones no es distinto, y si bien estaba dirigido a un publico infantil, creo que subestima un poco a los chicos, ¿Si pregunto de que va la serie que me dirían? ¿De futbol, de valores, de no rendirse? Creo que no llega a eso, ¿Qué atraviesan los personajes? No mucho, veo imposible que alguien le pueda tener mas cariño a Oliver que a Hyuga, y no porque el 2do sea un super personaje, sino porque simplemente tiene alguito mas de desarrollo que el principal, simplemente se siente vivo, le pasan cosas por la cabeza, pero el análisis de los muchachos será para otra ocasión, ¿Qué es ese algo de la serie entonces?
Lo de antes era una trampa, jeje, si me preguntan de que trata la serie, yo diría de las pasiones inocentes, no retiro que es subestima a los niños, como nadie puede negar que funciona, apuesto a que todos queremos sentir una pasión infantil por algo, sin peros ni porqués, simplemente goce, el mundo real lo impide, y esta bien que así sea, prefiero pasiones densas que traigan mas colores que Supercampeones no me pueden dar, pero talvez alguna vez mas, y no solo para reírme de el, quiera volver a ver a Oliver patear el balón desde mitad de cancha sin mayor motivo.